martes, 10 de mayo de 2011

Un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la Patria

“Libertad I” es el nombre del primer picosatélite elaborado en el país que será lanzado al espacio en marzo del 2006 y que tiene como objetivo acercar a Colombia al campo de las ciencias aerospaciales. El Observatorio Astronómico de la Universidad Sergio Arboleda dispuso sus instalaciones, equipos y personal desde comienzos de este año para la realización de este proyecto en Colombia, iniciativa  de un ingeniero espacial colombiano que trabaja en Estados Unidos y le apuesta al progreso de su tierra y de su gente.

Este comprometido compatriota es César Ocampo. Nació en Armenia, Quindío, hace 38 años, pero se fue a vivir a Nueva York desde muy niño. “Desde los cuatro años supe exactamente lo que quería cuando vi por televisión el lanzamiento de la misión Apolo 17…..ser ingeniero espacial”, comenta. Y así lo hizo. Realizó todos sus estudios allí y en el 90 recibió su licenciatura en Ingeniería Aerospacial en la Universidad de Kansas. En 1991 hizo un magíster y en el 96 un doctorado, ambos en Astrodinámica en la Universidad de Colorado.

César le concedió una entrevista a Altus, y estas fueron sus palabras.


Libertad I ha sido criticado por algunas personas debido a seis razones. Resolvámoslas una por una. La primera crítica que le hacen al proyecto es que la Universidad Sergio Arboleda y su gente no dan la talla para llevar a cabo el proyecto. ¿Qué opina usted?
Estoy convencido de que el equipo que se ha formado está totalmente capacitado para sacar este proyecto adelante. Para hacer este tipo de proyectos, no es necesario saber hacer un satélite para hacer un satélite, se aprende haciéndolo. Tenemos el equipo para lograr este proyecto. Puede que haya otras instituciones en Colombia con más trayectoria en el campo tecnológico, estoy seguro de que hay muy buenos estudiantes y profesores que no pertenecen a esta universidad, pero entonces ¿por qué no han iniciado ellos este tipo de proyectos? "Prefiero tener un planeador volando a un Jumbo quieto en la pista", dijo Robert Twiggs, un amigo mío también involucrado en este proyecto. No dudo de que con los recursos de la Universidad Sergio Arboleda, con el apoyo y empeño de su administración, sacaremos este proyecto adelante. Déjeme decirle además que me encuentro gratamente sorprendido por la seriedad y compromiso académico de esta universidad.

La segunda crítica que se le hace al proyecto es que es muy costoso para dar tan pequeños resultados ¿Qué diría usted?

Comparado con otros proyectos satelitales en el mundo, este es de los más baratos que hay. Más que un gasto es una inversión que hacemos para crecer científicamente. En unos años se podrá ver la magnitud y la importancia de este proyecto. Es apenas el primer capítulo de un gran libro que se está escribiendo.

Otra de las críticas que ha recibido Libertad I es que no se está inventando nada nuevo, sino que estamos copiando un modelo preestablecido y ello no tiene ningún mérito. ¿Es esto cierto?

Antes de caminar hay que gatear. Antes de poder innovar se debe saber hacer lo básico. No es necesario reinventar la rueda, pero sí es necesario saber entender cómo funciona, así nos toque construir una, para poder de pronto hacerla rodar mejor o ponerla a hacer algo nuevo. Entonces, para desarrollar una tecnología que revolucione el estado de la ciencia satelital, primero tenemos que colocar un satélite básico funcional en órbita, aprender a construirlo, operarlo, probarlo, monitorearlo. Puede que este satélite que enviaremos al espacio no sea un invento, pero nos dará confianza en la medida en que después de haber aprendido lo fundamental, podemos hacer que otros satélites hagan cosas más avanzadas, y qué bueno sería poder ver un Libertad II, III, IV, y así sucesivamente, cada vez más sofisticados y hechos por Colombianos y para Colombianos.
También se critica el hecho de que el tiempo de  vida del satélite es muy corto: tan sólo seis meses. ¿Qué opina?

¿Qué lo motivó a proponer e implementar Libertad I en Colombia?

Siendo colombiano, y sabiendo que somos un país que no ha desarrollado un nivel de tecnología de punta en el campo espacial, creo que es mi deber promover este tipo de actividades aquí. Me satisface aportar lo que yo sé para el beneficio de la sociedad colombiana y los demás países en vía de desarrollo. Creo en mi país y en mi gente.

¿Cómo fue posible poner el proyecto en marcha?

En febrero de 2001, vine a Colombia y presenté la idea del picosatélite en un congreso en la Universidad de San Buenaventura. Hubo interés pero no fue acogida con el liderazgo necesario para que se hiciera en ese momento. A mediados de 2004 con el señor Juan Carlos Narváez de la Aeronáutica Civil preparamos una presentación y  me puso en contacto en diciembre de 2004 con Raúl Joya, director del observatorio de la Universidad Sergio Arboleda, y con Álvaro Leyva, promotor del mismo observatorio. Así nosotros en febrero de 2005 iniciamos formalmente la realización del Libertad I en los laboratorios del Observatorio de la Sergio. Desde mi punto de vista, la reunión en Diciembre 2004 entre Álvaro Leyva, Raul Joya, y yo fue el inicio de este proyecto. La iniciativa y el empeño para emprender el proyecto, fue la clave


María Andrea Peñaloza y César Ocampo
La idea es poder desarrollar una tecnología satelital para Colombia, incluso para la región Andina, que beneficien las comunicaciones y será una herramienta para hacer nuestra propia ciencia y monitoreo de nuestro ambiente; también habrá aplicaciones militares para la seguridad nacional. 

¿En vista de que existen tantos tipos de satélites, por qué escoger para Colombia un picosatélite?

Realmente es la única opción para ser el primer satélite. Si acá en Colombia vamos a ensamblar, probar y operar un satélite, la solución más factible es un satélite pequeño, es decir un picosatélite que es de 1 Kg., porque el costo es menor que el de cualquier otro tipo de satélite. La misión es más sencilla y se puede culminar en un tiempo que oscila entre los 12 y 18 meses. También hay que tener en cuenta que esto se está haciendo en un ambiente académico, sin ayuda del Estado, entonces, realmente representa un situación única porque los otros países que entraron a la era espacial, tuvieron un apoyo del estado, en cambio acá en Colombia el aporte económico es privado y el Estado no interviene, la academia se responsabiliza de todo.


¿Qué tareas podrá realizar el picosatélite?

Como éste es un picosatélite experimental, las tareas que va a cumplir son muy básicas. Lo elemental es que pueda enviar telemetría, que son datos internos que representan el estado de su funcionamiento, es decir, el reporte de temperaturas de las celdas solares que tiene en las 6 caras, el reporte de sus corrientes internas, el voltaje y la carga de las pilas, datos básicos que nos indican si el satélite está en buenas condiciones. Esto es lo mínimo y primario que debe hacer cualquier satélite. El segundo objetivo sería poder transmitir una señal audio que se emita desde la tierra para que el satélite la reenvíe de nuevo. Esta señal de audio sería un mensaje simbólico que sea propio de la cultura colombiana, por ejemplo un mensaje de solidaridad y paz, o una estrofa del Himno Nacional, o como piensa Álvaro Leyva, mandar el primer párrafo de Cien años de Soledad leído por Gabriel García Márquez……algo que nos identifique en el espacio como colombianos.



Por: María Andrea Peñaloza RomeroEscuela de Comunicación Social y Periodismo

Satélites Latinoamericanos

LOS SATÉLITES LATINOAMERICANOS.
El exitoso lanzamiento del prior satélite de Venezuela, nos hace confeccionar el listado de los satélites artificiales que han sido lanzados por países latinoamericanos.
 
En la lista aparece:
Número; Nombre del satélite; País; Fecha de lanzamiento. 
 
1)      Morelos I; México; 17 jun 1985.
2)      Morelos II; México; 27 nov 1985
3)      UNAM-SAT I; México; 1985.
4)      UNAM-SAT II; México; 1985.
5)      Solidaridad 1; México; 1993.
6)      Solidaridad 2; México; Ene 1994.
7)      FASat-Alfa; Chile; 31 ago 1995 (no se separó del cohete).
8)      Lusat-1; Argentina; 31 ene 1997
9)      Víctor 1; Argentina; 29 ago 1996.
10)  Nahuel 1-A; Argentina; 
11)  SAC-B; Argentina; 1996.
12)  FASat-Bravo; Chile; 10 jul 1998.13)  SCD-2; Brasil; 22 oct 1998.
14)  Satmex 5; México; 05 dic 1998.
15)  SAC-A; Argentina; dic 1998. 
16)  SAC-C; Argentina; 2000.
17)  Satmex 6; México; mayo 2006.
18)  Pehuensat-1; Argentina; 10 ene 2007
19)  Libertad 1; Colombia; 17 abr 2007.
20)  Star One C1; Brasil; 14 nov 2007.
21)  Star One C2; Brasil; 18 abr 2008.
22)  Venesat-1; Venezuela; 29 oct 2008.



martes, 19 de abril de 2011

Libertad 1

El Libertad 1 es un un satélite artificial construido por el programa espacial de la Universidad Sergio Arboleda. Fue lanzado en abril 17 de 2007, junto con otros 14 satélites, a bordo del cohete Dnepr-1 desde el Cosmódromo de Baikonur.
















Con un gasto de 800 millones de pesos, el Libertad 1 es el primer satélite construido en Colombia con asesoría de Estados Unidos. Este proyecto académico se basa en el PicoSatélite CubeSat (Satélite miniaturizado de menos de 1 kg) diseñado por Boeing para proyectos espaciales de bajo presupuesto. Aunque este prediseño viene con la mayoría de las partes, es necesario construir los sistemas periféricos y realizar toda su programación.
La idea comenzó en el 2001 cuando César Ocampo presentó la idea en un congreso, pero no tuvo mucha acogida. Después, en 2004, el proyecto renació con la ayuda de Raúl Joya, director del observatorio astronómico de la Universidad Sergio Arboleda y de Álvaro Leyva, promotor de ese observatorio. En febrero de 2005 se empezó formalmente la construcción del satélite.
Durante su vida útil realizó más de 2320 trasmisiones en las que envió más de 11600 paquetes de datos, entre los que estaban temperaturas en tiempo real de sus superficies y velocidades de órbita.
Se calcula que el Libertad 1 estará orbitando la tierra durante otros 6 años y luego se desintegrará al entrar a la atmósfera terrestre.


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